Hace algunas semanas, el Sr. J.M. Insulza, conocido en la escena nacional como el (Pantzer) y secretario general de la OEA. (Organización de Estados Americanos) indicó que: "Cuba no quiere regresar a la OEA, no quieren volver a participar en la OEA", precisó. Insulza fue mas allá, al indicar que Cuba no quiere volver a la OEA porque "sigue anclada en la (mentalidad de la) Guerra Fría".
Como diría el presidente de la república Bolivariana de Venezuela: "que insulso el señor Insunza", pues piensa que el problema de Cuba con Estados Unidos es un problema entre dos países, entre dos ideologías que fueron "superadas".
Con estas declaraciones, Insulza desestima las agresiones militares de tipo imperialista que han sufrido la mayoría de los países latinoamericanos de parte de la casa blanca. Olvida este señor, militante del Partido Socialista, el mismo partido del presidente Allende, que fue EE.UU quien financió logística y económicamente a la contra-reacción burguesa que terminó con el asesinato del presidente y miles de compañeras y compañeros y una larga, sangrienta dictadura que además implantó las políticas económicas que EE. UU dictaba y que hoy son blanco de criticas por la agitación social que vive el país, pues la marginalidad que han generado hoy son un espacio abierto para el surgimiento de una corriente revolucionaria en nuestro país.
Pero esto no era todo lo que tenía que decir el secretario general de la OEA, pues siendo un títere de EE.UU y estando bajo su tutela afirmó que Cuba no debía visto ser visto como un símbolo de algo.
"No creo que Cuba deba ser vista como un símbolo, ¿de qué? Creo que no es símbolo de nada", indicó.
Es increíble como se olvida de todo, del asilo que prestó el país caribeño a los exiliados chilenos, y en términos inclusos más contemporáneos, la exportación de médicos a todo el mundo, la resistencia de todo un pueblo contra un asedio permanente reflejado también en un bloqueo económico, la postura ética que toma la isla frente a las guerras que propicia el "guardián de la libertad". Es decir, tenemos un país que exporta médicos, profesores, solidaridad máxima dentro de sus posibilidades (como el caso del terremoto en Chile donde los doctores cubanos practicaron el internacionalismo que caracteriza a la isla), frente a un país que exporta bases militares, guerras y marginalidad, por ejemplo, la base de entrenamiento militar para enfrentamiento urbano (hecha para nuestro ejercito y carabineros se enfrenten a cualquier proceso de insurgencia) en Concón.
Esas diferencias no sabemos que tan claras las tiene Insulza para declarar que Cuba es ejemplo de nada, desconoce ese granuja que Cuba ha estado reconocida incluso por la OCDE, como el país con mejores condiciones de vida considerando a los países de américa latina y el caribe, declarado por la OMS como un país sin desnutrición infantil y como un país que permanentemente aporta para el desarrollo de la medicina, como hace un par de semanas, desarrollaron una vacuna contra el SIDA transmitido de madre a hijo en el vientre. ¿Quien exporta que y por qué Insulza lo desconoce adrede? ¿Al servicio de quien hace sus declaraciones?
Para este debate, sobre a quien miramos con atención, dejamos un enlace a un libro: El gigante de las siete leguas, prontuario ilustrado de las agresiones de Estados Unidos contra América Latina. El volumen, a cargo de la Editorial Capitán San Luis, publicado en La Habana en 2011, permite incrementar “el arsenal de los lectores, con las armas de la historia y el pensamiento crítico revolucionario, a fin de seguir librando el combate en el terreno de las ideas”, como asegura en el prólogo Jorge Hernández Martínez, director del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana.
http://es.scribd.com/cubadebate/d/97225447-El-Gigante-de-las-Siete-Leguas
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