miércoles, 17 de octubre de 2012

Neltume y Nahuelbuta. La experiencia guerrillera del MIR.


Dedicado al Comandante Paine y a su puñado de hombres. Dedicado a la entrega y generosidad de los compañeros que ayer trazaron el camino.  

En el año 1978, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR, formuló un plan táctico-estratégico para combatir a la dictadura militar, el cual se basaba en la estrategia de la Revolución Proletaria, que se debía materializar a través de la Guerra Popular. Este plan pasó a denominarse "Plan 78" con los siguientes lineamientos centrales:

a. Como objetivo estratégico se planteaba avanzar hacia una creciente acumulación de fuerza social, política y militar, que permitiera a largo plazo derrocar a la dictadura desde abajo y establecer un gobierno democrático, popular y revolucionario.

b. Como objetivo táctico, se orientaba al desarrollo de la resistencia de masas, combinando las acciones clandestinas con el impulso de la lucha abierta y ofensiva. No solo se veía la resistencia armada como una línea estratégica fundamental; sino también como un factor táctico decisivo en la cual la propaganda armada se presentaba como una línea de acumulación de fuerza militar primaria y la preparación de las condiciones para el paso a la lucha guerrillera urbana, suburbana y rural.

c. Instrumento fundamental para el desarrollo de este lineamiento era el MIR como partido. El cual debía esforzarse en reorganizarse y reconstruirse nacionalmente. Y como un apoyo importante se alentó el retorno de cuadros desde el exterior y la construcción de una retaguardia de apoyo directo y especializado al frente.
Con este lineamiento, más el trabajo preparativo militar permitiría al MIR pasar a extender la lucha guerrillera y avanzar en el desarrollo social, político y militar de la Guerra Popular. Esta fue la perspectiva estratégica y táctica que guío al MIR para desarrollar el trabajo de preparación, reconocimiento y habilitación de zonas y bases para la instalación de fuerzas militares y guerrilleras en el sur de Chile.
Este proyecto estratégico consistía en la apertura de dos frentes guerrilleros rurales en la zona sur de Chile. Las zonas geográficas escogidas para el asentamiento de las fuerzas guerrilleras fueron:

1. Neltume: frente número 1: En este frente se conformaría una columna guerrillera del orden de una compañía.

2. Nahuelbuta: frente número dos: Aquí se conformaría una columna del orden de un pelotón.

Dentro de estos planes se consideró las conformaciones de unidades tácticas de combates suburbanas, las que coparían los espacios entre la ciudad y el monte. Fuera de este gran esfuerzo, se inició otro con perspectiva a desarrollar un trabajo de conformación de redes de apoyo clandestinas y de una base social de apoyo concebida como base de sustentación de la guerrilla y por lo tanto funcional a ella y a sus necesidades. La conformación de estas redes debía ser previa o simultánea con el asentamiento de la guerrilla en el monte.

Para poder realizar estos lineamientos se preparó e instruyó a un contingente numeroso de miembros del MIR, los cuales se prepararon en escuelas especiales concebidas para tal efecto. La implementación de este proyecto comenzó a realizarse en los primeros meses del año 80 en ambos frentes, en este aspecto nos dedicaremos solo al frente de Neltume, ya que fue el que desarrollo en mayor forma su implementación.

El frente Neltume se inició con el envío de una patrulla de exploración inicial en febrero del 80 y culminó con la constitución del destacamento en octubre de ese año, cuando la jefatura militar se hace cargo del mando en el terreno. El proceso de constitución estuvo plagado de problemas, por cuanto se hicieron dos intentos de ingreso a la zona por la cordillera los cuales no dieron resultados. En mayo del 80 no había nada hecho en el terreno y el contingente estaba en espera de ser trasladado al interior de Chile.

En estas condiciones el MIR designa en junio del 80 a un miembro del núcleo central destinado a Neltume para que, ingresando a Chile, organizará las tareas en las que los esfuerzos anteriores no habían sido suficientes, vale decir, preparar las condiciones mínimas en el monte para recibir al contingente y general el trabajo de redes de apoyo, que resolvieran las necesidades del destacamento a su llegada.

A mediados de julio ya hay miembros de la guerrilla insertos en el monte realizando las tareas correspondientes al inicio de la guerrilla: de reconocimiento, exploración, acondicionamiento etc.

En la segunda quincena de agosto llega el grueso del contingente y se constituye en sí el destacamento en el terreno con la llegada del jefe del destacamento a mediados de octubre. Desde el momento que se constituye como destacamento en el terreno se realiza una serie de tareas, especialmente de exploración, comunicaciones y abastecimientos. Con la llegada del jefe del destacamento se constituye en forma formal "El Destacamento Guerrillero Toqui Lautaro".

A fines de octubre se decide realizar la operación de traslado del área lo cual implicó un duro y vasto esfuerzo y el balance positivo que se saca de ello fueron los siguientes; los objetivos planteados fueron alcanzados en los plazos y formas previstas; el desempeño del MIR y sus militantes en la ejecución de las tareas militares estuvo a la altura de los requerimientos. Se pudo comprobar la prueba de aclimatación en cada uno de los miembros de la guerrilla, de la implementación de los conocimientos adquiridos en la instrucción, de las ideas desarrolladas en la teoría durante la fase preparatoria. Por último en esta etapa se dejó atrás una área que siendo montañosa, era más baja, menos boscosa y accidentada que la de Neltume, o "área del rectángulo" como la denominaron los miembros de la guerrilla.

En la "área del rectángulo" se inicia una etapa importante para los miembros de la guerrilla, ya que fuera de realizar las tareas propiamente de la vida guerrillera, inician una discusión política sobre la visión global del desarrollo del proyecto y de la situación del MIR. Esta visión se recoge de una carta del Secretario General enviada a los miembros del destacamento guerrillero. En esa carta se planteaba que no estaban las condiciones que servían de marco y en algunos casos, de premisa para la irrupción de la fuerza guerrillera, pero que la tarea debía seguir desarrollándose, que el MIR en si no tenía la capacidad para construir la base social de apoyo, especialmente el MIR de la región donde se desarrollaba el proyecto.

Al mismo tiempo se instruía para seguir preparando las condiciones en el terreno, pero asegurando el secreto de la tarea, como cuestión central y pensando en estar en condiciones combativas, pero que no había que realizar ninguna acción combativa hasta que todas las condiciones y tareas no se hubiesen desarrollado. A pesar de estos planteamientos los miembros del MIR en el destacamento no asumieron una discusión organizada y profunda sobre el tema. Más bien se mantuvieron expectantes a las orientaciones que se podrían implementar.

Con toda esta clase de problemas se lograron algunos avances, especialmente en la preparación y acondicionamiento del terreno, pero ya se evidenciaban algunas deficiencias y limitantes las cuales con en el correr del tiempo serían nefastas en el desenlace final del proyecto guerrillero. Estas deficiencias y limitantes fueron: la falta de una base de apoyo sólida sobre la cual construir las redes logísticas en el terreno. Las misiones de exploraciones iban dejando cada vez más atrás y lejos el punto en las cuales se abastecían logistícamente; lo que disminuyó el ritmo y profundidad del trabajo de exploración; limitó la autonomía de la guerrilla y atentó contra el principio de movilidad constante al estar la fuerza muy dependiente de sus redes de apoyo.

A la altura de marzo del 81, la dirección de la guerrilla evalúa la misión en general y la sintetiza de la siguiente manera: la guerrilla había acumulado experiencia pero el objetivo principal de instalar las bases de un campamento permanente en la zona de Lipinza quedaba obsoleto por un sinnúmero de razones: riguroso clima, nieve 6 meses en el año, accidentes naturales que eran infranqueables; los requerimientos logísticos eran imposibles trasladarlos en profundidad, por las distancias muy largas etc.

Por otro lado se constata que se venía desarrollando un buen trabajo militar de exploración, reconocimiento, información del terreno etc. Pero se presentaba la contradicción con las medidas de seguridad y el secreto; con los indicios que se iban dejando. Lo cual era una cuestión que no era puntual, es algo que todo grupo guerrillero debe resolver: la contradicción entre mantener el secreto en la base previa y la necesidad de concentrar fuerzas para realizar las complejas tareas preparatorias en la cordillera de los Andes.

En los meses que siguieron hubo la gran preocupación de preparación de las condiciones para enfrentar el invierno que se avecindaba. Es en estos momentos cuando la guerrilla pierde la movilidad para fijarse en el terreno y se toman algunas medidas básicas de seguridad, especialmente después de varios encuentros con campesinos de la zona y se estima que la situación es delicada ya que poco antes habían desaparecidos 2 miembros del grupo que se venían a integrar al destacamento, los cuales fueron detenidos cuando cruzaban la cordillera.

En el mes de marzo, el grupo se instala en el campamento en el cual serían detectados (al noroeste de Neltume y al sur de Liquiñe a 1200 metros de altura en el cual se construyó un tatú). La detección se produce por una serie de hechos, que a partir del 27 de mayo se agudizan por encuentros con campesinos, ya que en esa oportunidad el grupo se abastecía por medio de las redes del llano y son sorprendidos por algunos campesinos, los cuales dan cuenta de este encuentro al reten policial de Neltume.

Desde ese momento las fuerzas militares comienzan una gran búsqueda y el encuentro con el grupo guerrillero se produce el sábado 27 de junio de 1981. La retirada y el rompimiento del cerco enemigo dividen al grupo y quedan desconectados entre sí durante 42 días. En el momento de ser sorprendidos el grupo no esta armado, por lo cual no hubo un enfrentamiento armado con los militares.

En las condiciones que se produce la retirada y el rompimiento del cerco el grupo guerrillero se divide en dos; quedando prácticamente sin abastecimiento, ni infraestructura y durante 42 días que permanecieron separados, las condiciones físicas de los componentes del grupo se fueron deteriorando, especialmente por el hambre y las enfermedades. La gran mayoría estaba enfermo y uno de ellos tenía los pies infectados, lo cual le produjo gangrena.

A principios de agosto los dos grupos toman contacto y se reencuentran en el tatú del armamento. Es en este momento que se centraliza el mando y se efectúa un balance de la situación y se llega a la conclusión; que la perdida del combate en el primer encuentro tuvo enormes consecuencias, por no haber estado armados. Así mismo pese a las ventajas que tuvieron los militares y la debilidad en que quedó el grupo. Este hizo mayor uso del terreno que los militares.

Pero ya a esa altura el grupo perdía la movilidad por los enfermos (el enfermo con gangrena ya había perdido los dos pies); los desplazamientos no eran cortos y se fijaba el grupo al terreno; el hambre era inmensa y a muchos de ellos les comenzó a afectar psicológicamente.
En ese marco, el mando de la guerrilla toma la decisión de establecer contacto con la dirección del MIR y establecer una línea mínima de apoyo logístico en el llano. Por lo cual se envía a algunos miembros del grupo a tomar contacto con el MIR en Santiago y otros a buscar equipos y medicamentos a Lanco. Este grupo es detenido en Huellahue y los miembros de este grupo son asesinados.

El nuevo contacto con las fuerzas de la dictadura se produce el 12 de septiembre, por lo cual el grupo trata de romper el cerco, por cuanto las condiciones físicas de los integrantes del grupo son pésimas y afectan en forma grave la disposición combativa de aquellos y el mando de la guerrilla decide el repliegue a la ciudad.

En esas condiciones de rompimiento de cerco caen combatiendo la gran mayoría del grupo y otros son detenidos y asesinados. El día 15 de octubre el jefe de la guerrilla cae combatiendo en Choshuenco y algunos miembros del grupo rompen el cerco y se repliegan a Santiago.

El último operativo de las fuerzas de la dictadura fue en noviembre del 81, con la captura y asesinato de uno de los miembros de la guerrilla que había sobrevivido solo durante 4 meses, cuando quedó desconectado del grupo.

El saldo frío de los hechos de Neltume es dramático y doloroso para los que creyeron en esos momentos que era posible abrir un frente guerrillero en el sur de Chile. Por lo menos hubo 5 enfrentamientos, pero no se puede decir en forma concreta que los militares sufrieron alguna baja. Los miembros de la guerrilla muertos en enfrentamientos o asesinados luego de ser capturados fueron los siguientes:

Pablo: muerto en combate en una emboscada tendida por las fuerzas de la dictadura en el punto de contacto con la patrulla enviada al llano y que había sido hecha prisionera.

Jorge: muerto en combate en su puesto, donde fue dejado porque ya no podía desplazarse por haber perdido los dos pies.

Pedro: muerto en combate en una casa de Remeco, donde había llegado a pedir ayuda.

Víctor: muerto en combate junto con Pedro.

Paine: muerto en combate en Choshuenco.

Camilo: asesinado; hecho prisionero luego del combate en Remeco.

Gabriel: asesinado; hecho prisionero en la zona de Quebrada Honda.

Rigo: asesinado; hecho prisionero en Huellahue, formaba parte de la patrulla enviada al llano.

Oscar: asesinado; hecho prisionero en Huellahue, era el jefe de la patrulla enviada al llano.

 Comandante Paine, muerto en enfrentamientos el 15 de Octubre

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