domingo, 21 de octubre de 2012

Democracia Corinthiana, el buen fútbol y el pueblo en la cancha

Hoy, en un día de "super-clásico" en donde los pobres del colo se enfrentan con los pobres de la U de Chile (en las tribunas), queremos hablar de fútbol, de pichangas y luchas; ya no entre las barras. No vamos a estar de sociólogos explicando el origen de la violencia en los estadios porque mal que mal, todos deberíamos tenerla más o menos clarita, sobre todo en un país como Chile, en donde el fútbol es tema de toda la semana. 

Hoy queremos presentar un proyecto visionario, a nuestro conocimiento único en el fútbol mundial. Se trata de la Democracia Corinthiana (para algunos sin la "h"). Es uno de esos derroteros que toma la historia tras la suma de varias circunstancias. Lo queremos destacar hoy, para que veamos que no sólo hay que democratizar ciertos espacios, sino que toda la vida, en todo lo que hagamos tenemos que transformar las relaciones sociales que se dan bajo una óptica de profundo individualismo y poca participación en lo que nos concierne, y precisamente el fútbol, donde al igual que en toda la sociedad, prima lo económico, florecen las sociedades anónimas y sólo decide esa minoría que se enriquece con lo que por antonomasia nos divierte y por tanto debiese pertenecer a todas y todos.   


Hay equipos de fútbol que quedan en la historia por los resultados conseguidos, por los títulos alcanzados. Hay otros que lo hacen por el “vuelo” de su juego. Unos pocos conjugan ambas circunstancias y son los que rompen el molde y ven su nombre tallado en mármol (?). Muchos menos son los casos de equipos que pasan a la leyenda, al menos de modo positivo, sin haber obtenido grandes logros desde lo deportivo.
La Democracia Corintiana es quizá el símbolo máximo de este último grupo de equipos. Jugaba como los dioses, sí, ganó algunos torneos, también, pero no fue eso lo que convirtió al Timao de principios de los 80s en mito. El fenómeno nacido en el popular club paulista tuvo sus líderes, claro, pero nadie puede ser considerado el padre de la criatura. La coincidencia de 5 o 6 personas, con distintas funciones, en un mismo club, al mismo tiempo, y con el marco de un país agobiado por una larga dictadura militar, fue la clave de una verdadera revolución que excedió lo meramente futbolístico.
Esa conjunción de dirigentes y jugadores dispuestos a intentar algo distinto en un mundo tan conservador como el del fútbol, más el apoyo de un entrenador que veía con buenos ojos la movida, fue la que motivó que ese Corinthians 82/83 pasara a la historia.
Los futbolistas, liderados por Sócrates, Zenon, Wladimir y Casagrande comenzaron a interesarse cada vez más en la vida del club. Los directivos, sin abandonar sus obligaciones empezaron a prestar atención no sólo a los reclamos de los deportistas, sino también a sus propuestas. Al principio hubo cierta resistencia en algunos integrantes del plantel, que no veían como la democratización del club y el cambio de los paradigmas eternos en el fútbol podrían redundar en un bien tangible para ellos.
Sin embargo con la fuerza de un aluvión el movimiento fue creciendo. Los jugadores, directivos y cuerpo técnico explicaron claramente las ventajas del sistema que se quería instaurar, y que nadie sería obligado a nada. Todo pasó a ser discutido, todo pasó a ser votado. Cada miembro del plantel tenía un voto, desde el capitán hasta el último de los suplentes. Pero no sólo los futbolistas podían votar, también podían hacer los integrantes del cuerpo técnico, los utileros y los choferes. Además, cualquiera podía proponer, no sólo era cuestión de decir sí o no a lo que pensara una elite iluminada. Los cuatro jugadores más representativos del plantel participaban de las reuniones de comisión directiva.
Todo pasó a ser materia de elección. Que se comía; si el micro que llevaba a la delegación paraba para descansar, ir al baño o comer algo; que día viajar para cada partido como visitante; si se concentraba o no, y en su caso dónde y desde cuándo, todo se votaba; en qué lugar se iban a hospedar. Qué futbolistas llegarían y quienes se irían. Los jugadores también discutían con el técnico sobre la táctica para cada partido, pero sólo lo hacían sobre el esquema y el juego en sí, nunca sobre quien debía jugar o no. 
Con el tiempo si bien siguieron debatiéndose esas cuestiones fue abriéndose la cuestión a temas más trascendentales. La concentración antes de los partidos fue una de ellas. La idea original era suprimirlas directamente, Sócrates incluso habló públicamente en contra de las mismas. Preguntado años después sobre la necesidad de las mismas O Doutor fue bastante  claro en su opinión, la misma que tenía en sus años de jugador:
Sólo sirve para masturbarse… En verdad sólo sirve para tener custodiado a un tipo. Yo siempre pensé lo contrario: ¿dónde comes mejor, en tu casa o en un hotel?. Y cuando estás preso, ¿con qué sueñas?. Con la libertad. Si tu estás preso para jugar, sólo sueñas con el fin del partido, no con el partido. Cuando no estás preso, el tesón está en el partido. Tu estás preso allí por 24, a veces 48 horas, y estás podrido, no quierres saber nada con el partido, quieres que termine para poder tomártelas. Gran parte del comportamiento en el fútbol tiene que ver con eso. Quédate preso todo el tiempo, y cuando sales haces todas las bestialidades en media hora… Quieres tener a todas las mujeres, quieres tomar todo aquello a lo que tienes derecho, y todo en media hora. Entonces, la concentración no sirve para nada, solamente para que los jugadores permanezcan, aniñados, empequeñecidos, continúen sin pensar
De todos modos, la concentración no fue abolida. Los jugadores decidieron que sería optativa. Algunos futbolistas preferían concentrar, porque podían estar más tranquilos, otros preferían hacerlo antes de determinados partidos.
Tal vez el punto máximo del autogobierno de los jugadores del Corinthians fue la designación de Zé María, ex compañero de ellos, como entrenador luego de la ida de Travaglini al Sao Paulo. Dicho así parece poca cosa, pero es un hecho increíble, tanto para esa época, como para estos tiempos. ¡Los jugadores elegían al técnico!. El ciclo de Zé María no fue demasiado exitoso, y los futbolistas eligieron también a su reemplazante.
Pero quizá el objetivo (futbolístico) al que los jugadores aspiraban no haya sido ese –de hecho Sócrates minimizó la cuestión de la elección del DT, diciendo que tenía una importancia más simbólica que real-. El máximo norte que se pusieron los futbolistas fue la abolición del concepto de pase.
Wladimir lo explicó años después con estas palabras
Yo siempre estuve a favor de la extinción del pase. En aquella época discutíamos mucho eso. Sócrates se preocupaba mucho con los menos favorecidos, los jugadores que no tenían nombre, los que no tenían una trayectoria importante que los sustentara. Nada es más soberano que la libertad de ir y venir. Nosotros (los futbolistas) éramos los únicos trabajadores que no teníamos la libertad de ir y venir. Yo estaba insatisfecho en el club, los chicos me apoyaban. Un club me quería, otro club me quería, pero nada. Existía un pase, un vínculo, un grillete que sólo se quebraba con la buena voluntad de un dirigente. En nuestra época para quedar libre tenías que tener 10 años en el club y 32 años de edad
La iniciativa no prosperó en el momento, pero años más tarde se modificó la reglamentación atinente a los pases de los jugadores.
Muchos de los futbolistas comenzaron a participar también en la vida política del club. Algunos, fueron incluso candidatos al Concejo Deliberativo del Corinthians. Wladimir aceptó postularse cuando se enteró que Vicente Matheus iría por la oposición. Declaró, el jugador, que había que acabar con los preconceptos, que los jugadores no debían pensar sólo en lo que pasaba dentro de la cancha. No sólo algunos jugadores se metieron en la política interna de la institución, también lo hizo una de las “torcidas organizadas” más grande de Brasil, Gavioes da Fiel, un grupo que además de ser uno de los sectores de la hinchada corinthiana es una scola do samba con varios títulos en su haber.
El día de las elecciones había un partido en Río de Janeiro. Los jugadores más politizados querían estar en el club, hacer boca de urna, torcer algún voto, y viajar para llegar justo antes del comienzo del partido. Ganaron los otros, los amargos, que votaron por viajar el día anterior. 1 voto fue la diferencia, pero la mayoría había decidido, por más que del otro lado estuviesen Sócrates y compañía.
Hasta este momento el relato justifica por sí mismo el nacimiento y la vigencia de la leyenda, pero la Democracia Corinthiana fue más que una experiencia futbolística.

La Democracia Corinthiana y la política brasileña
Desde 1964 Brasil vivía bajo un régimen militar. A inicios de los años 80 comenzaba a hablarse de una salida a la democracia, pero aún estaba todo muy verde.
En 1983, el senador Teotônio Vilela, lanzó públicamente por el canal Bandeirantes la propuesta de “Diretas já”. Rápidamente por todo el país comenzaron a llevarse a cabo manifestaciones multitudinarias a favor de la moción. El plantel del Corinthians se sumó a la movida también en seguida, al igual que intelectuales, artistas, sindicalistas y políticos. Tras el lema se buscaba la vuelta de las elecciones directas, sin Colegio Electoral, es decir que se respetara sin restricciones la voluntad del pueblo.
La expresión “Democracia Corintiana” ya era corriente. La había acuñado uno de los mayores publicistas brasileños, Washington Olivetto, después de escuchársela mencionada al pasar al periodista Juca Kfouri. Olivetto se sumó al movimiento, y aprovechando que desde principio de la década se permitían en las camisetas de los equipos brasileños las inscripciones, propuso –y se le aceptaron- dos leyendas para las del Corinthians, todo antes del lanzamiento del Diretas Já. Una rezaba “Democracia Corintiana”, la otra “Día 15 Vote”, en alusión a las elecciones para gobernador de San Pablo. Rápidamente los militares obligaron a quitar los mensajes, diciendo que la autorización era sólo para publicidades, y en ningún caso para fines políticos.
Los jugadores de todos modos se las ingeniaron para apoyar la campaña de Diretas Já aún dentro del campo de juego. Comenzaron a salir con banderas con esa inscripción y Sócrates a usar una vincha que tenía esa leyenda. Años después, en el Mundial de México 86 FIFA sancionó al Doutor por usar vinchas que decían “PAZ” o “Reagan Asesino”.
El Timao había ganado el Paulista 1982 y también se llevaría el de 1983. En la final de ese torneo, ante Sao Paulo, los jugadores salieron al campo con un lienzo que haría historia Ganar o Perder, pero siempre con Democracia. Ganaron.

Los futbolistas comenzaron a hacer campaña abiertamente por las Diretas Já. Sócrates comenzó a manifestar que si perdía la propuesta Dante de Oliveira –que propugnaba la reforma constitucional para permitir las elecciones directas- se iría del país. Los jugadores aparecían en actos, se juntaban con sindicalistas y artistas. Rita Lee salía al escenario con la camiseta del Corinthians. Un joven Lula aparecía en las fotos con los astros del futebol. También Adilson Monteiro Alves aparecía en los escenarios en los actos.
La campaña por las Directas fue el punto máximo del compromiso político de la Democracia Corintiana. Así lo entendió el propio Casagrande:
El ápice de la Democracia Corintiana fue estar en los estrados en las Diretas, discutiendo con un millón de personas en la Praça de Sé: (uno de los puntos más importantes de San Pablo, km cero de las rutas provinciales) sobre la democracia del país. Luchando para una elección directa para el Presidente de la República. Eramos cuatro jugadores de fútbol en el estrado, del mismo equipo y del mismo proceso, la Democracia Corintiana… Fue el punto máximo, y el inicio del fin
Asimismo Sócrates años después recordaba como se comprometieron no sólo con la campaña de las Diretas Já, sino también con las cuestiones estaduales, como por ejemplo el apoyo a la primera candidatura a gobernador de Lula. De todos modos la Democracia Corintiana ya no era vista como un fenómeno simpático por todos los medios. Algunos comenzaron a criticar abiertamente a los jugadores, diciendo que se ocupaban de cosas que no eran de su incumbencia. Los trataban de poco profesionales y poco menos que de vendedores de espejitos de colores.
El 16 de abril de 1984 más de un millón de personas marcharon por las calles paulistas en apoyo a las Diretas. Sócrates fue uno de ellos, y volvió a advertir “Si el Congreso Nacional no aprueba la enmienda de las elecciones directas, me voy del país“. El 25 de abril la propuesta Dante de Oliveira perdió en el Congreso. En realidad ganó por amplio margen, pero no llegó a la mayoría necesaria para enmendar la Constitución. Las elecciones presidenciales de la vuelta a la democracia brasileña serían indirectas. Sócrates cumplió su promesa y al poco tiempo, y después de 297 partidos con 172 goles con la camiseta blanca, se fue a jugar a Italia, a la Fiorentina. También se fue, en medio de cierto escándalo, Casagrande, a préstamo a Sao Paulo. Zenon y Wladimir siguieron un tiempo más, pero en 1985 ambos dejaron al Timao.
También dejó el club en 1985 el presidente de los años de la Democracia Corintiana, Waldemar Pires, que no quiso presentarse a una reelección ni forzar los estatutos para perpetuarse en el poder. El candidato oficialista era Adilson Monteiro Alves, pero algo ya se había roto. El sociólogo revolucionario se había aburguesado, ya no consultaba a los jugadores, y hacía y deshacía a su antojo. El oficialismo estaba quebrado y Vicente Matheus, zorro viejo, aprovecharía la volada. Sabedor de que no sería bien recibida su candidatura apoyó a un candidato que no le haría sombra ni le discutiría, Roberto Pasqua, que apañado por ciertos artilugios del estatuto ganó las elecciones vetando la participación de varios consejeros que adherían a Monteiro Alves. Dos años más tarde Vicente Matheus volvería a ser presidente del Sport Club Corinthians Paulista. En 1991 lo reemplazaría en el cargo su esposa, Marlene.

Como podemos ver todo puede pasar porque son cosas del furbol 










1 comentario:

  1. me llamo Rafael gonzalez , de republica dominicana soy de izquierda y apoyo esta pagina

    ResponderEliminar