lunes, 30 de abril de 2012

Entrevista a Norma Silva, mujer de la resistencia y última casa de seguridad de Bautista Van Schouwen y Edgardo Enríquez.


La siguiente entrevista fue concedida por una compañera de cordial sonrisa y voluntad. Como equipo no quisimos testimoniar a la mujer que cuidaba al bauchi, adelantando el testimonio que vamos a presentar, sino que quisimos ver a través de ella, de su cotidianeidad, la responsabilidad que había adquirido, pues no es esta mujer, sino que fueron y son muchas las compañeras que arriesgaron su vida por algún compañero o compañera que era necesario mantener en casas de seguridad. La compañera Norma Silva I. es una más de estas mujeres de retaguardia como la hemos querido bautizar, que en su trabajo se encontró conviviendo con dos de los máximos referentes políticos de la izquierda revolucionaria chilena como fue Bautista Van Schouwen y Edgardo Enríquez E, hermano de Miguel, secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile.
Sin ánimos de retrasar esto, presentamos para todos los lectores y las lectoras del blog: el-rojinegro, a la compañera Norma para que relate su panorama. Como última aclaración pedimos comprensión en algunos temas, pues la entrevista fue con el envío de preguntas a Francia, donde reside actualmente la compañera y ella nos respondió de la misma manera hacía Chile.

¿Cómo conoció el MIR y cuál era su relación y participación (si es que hubiese) en la organización?

Conocí el MIR como todo Chile lo conoció: por la prensa, revistas, radio y tv que habían en esa época y me alegré que jóvenes que parecían serios, inteligentes y capaces,  plantearan una instancia más avanzada en ese tiempo. En principio no tuve ninguna participación en esa nueva organización, pero algún tiempo después se integró mi hermano que en ese tiempo estudiaba Sociología en el pedagógico de la Universidad de Chile en Santiago.

¿Cómo vive en lo particular, el periodo de acumulación de fuerza revolucionaria (1968-1973)? ¿Dónde desarrolla su vida social y política, en qué consistía esta?

En esos años 1968 al 70 soy militante del Partido Comunista chileno, después de la derrota de Salvador Allende, por segunda vez soy casada con un militante comunista y tengo 4 hijos, soy una joven mujer activa y también interesada en lo que pasa en Chile y en el mundo…

¿En qué contexto y momento conoce a Bautista?

Son años de cambios en el mundo. Nos estremece lo que pasa en el mundo, la Revolución de los estudiantes en Francia y más aún los efectos de la Revolución Cubana y su ejemplo en el mundo, entonces descubrimos que existe otra alternativa posible, además son jóvenes audaces que desafían lo establecido. Es en ese contexto y momento que conozco a Bautista y al resto del Comité Central por una casualidad. Ellos tenían una casa de reuniones en Ñuñoa y se dieron cuenta que estaba vigilada, era 1969 y ellos eran clandestinos; hablamos del gobierno de Eduardo Frei Montalva, entonces recurrieron a mi hermano que vivía con mis padres en una casa cercana a la mía, pero desgraciadamente no pudo prestársela por tener unas visitas y llegó a plantearme el problema. Entonces yo acepté, creo que eran seis o siete compañeros; fue una tarde, yo creo que era primavera. Mi hermano los comenzó a traer de a poco. Yo me puse a regar el jardín y estuvieron dos o tres horas conversando y se fueron yendo de la misma manera, quedándose dos para darme las gracias. Esos dos eran Miguel y Bautista. Reconocí a Miguel porque lo había visto por la tv, pero no conocía al otro. Me lo dijo después mi hermano: “era Bautista”. Tuve una emoción inmensa en conocerlos y los encontré maravillosos a los dos. Conocí otros dirigentes en el curso del tiempo: Edgardo Enríquez, el Gato Valenzuela, la Dra. Matamala y varios que conocí solo con sus chapas.

¿Qué rol era asignado dentro de la organización para con la mujer?

No podría contestarte la pregunta sobre el rol de la mujer porque conocí muy poco. Sólo sé lo que tuve que compartir con la Dra. Matamala y que creo era de gran importancia y ella una mujer extraordinariamente valiosa.

¿Cómo vivió el 11 de septiembre de 1973?

El 11 de Septiembre Jorge (Jorge era la chapa del Bauchi) estaba en casa. Estuvimos conversando la noche anterior hasta tarde y ellos ya tenían informaciones que el Golpe estaba en la puerta. El había dejado en la radio un discurso grabado que tendría que oírse el 11 a las 7 de la mañana y me lo dijo. Me pasó su radio y me la dejó sintonizada donde hablaría, sólo tenía que prender la radio. Al día siguiente (11/09) sonó el despertador como 10 minutos antes y yo desperté a mis hijos que iban al colegio a las siete en punto; la radio, nada. No quise cambiarla, la llevé y se la pasé: "no hay radio” le dije; él me miró intrigado y empezó a cambiarla, mientras lo hacía murmuraba "este es el día del golpe". Se duchó rápido, se tomo un café y me ofreció llevar a mis hijos al colegio y se fueron. Quedó solamente mi hija menor, pues no tenía clases temprano. No volvería a ver a Jorge hasta después de las fiestas Patrias que no hubieron porque debían sacar los cadáveres de las calles adyacentes a la Moneda.

¿Cómo se llega a ser casa de seguridad del MIR?

Cuando me plantearon la posibilidad de ser casa de seguridad para dos compañeros no sabía quién vendría. Llegaron tarde y eso me lo habían avisado, pero entraron, se acostaron y durmieron y yo solo los vería al otro día. Llegarían obedeciendo un plano que yo les mandé, no había nombre de calle ni numero en las puertas, la reja exterior y la entrada estaban con candado, pero se podía abrir sin llaves. Eran dos, Jorge y Simón y permanecieron el 72 y 73, casi dos años.

¿Cuándo y cómo se gesta el plan de seguridad del MIR? si es que no tiene mayor antecedente, entréguenos su mirada y evalúe este plan de contingencia viendo aciertos y errores.

No conocí nunca ningún plan de Seguridad para ese día. Pero si existían muchas reglas a respetar. Se vivía diferente, pero tratando de dar una normalidad aparente. Ellos en eso eran escrupulosos, ellos tenían sus reglas como llegar a las horas,  el otro trabajo era el mío: chequear el vecindario, notar algo raro, alguien extraño que pasara. Creo que tuvimos para ellos y ellos para nosotros solo aciertos, dos o tres errores fueron míos que debíamos solucionar de inmediato. No supe nunca que habría un Plan y esto era parte de la Seguridad: yo no sabía nada, "Mi deber era ser sorda, ciega y muda”.

¿Cómo era el día a día con el Bauchi en la casa?

Me levantaba a recibirlos de amanecida. Llegaban agotados, cansados y hambrientos. El desabastecimiento crecía y estuvimos pobres, pero su moral no bajaba y Simón que era el que hablaba más y bromeaba más me decía: "les vamos a volar la raja compañera". Puede ser que estuvieran preparando algo, pero de todas maneras no habríamos ganado, éramos David contra Goliat.

¿Pensaba que la dictadura podía ser derrotada en lo pronto?

Nunca pensé que la Dictadura seria corta, por el contrario de lo que pensaba Jorge, que decía que las denuncias y reclamos a las organizaciones Internacionales cambiarían las cosas. No pasó nada y se los dije a los dos después de la Caravana de la Muerte, donde mataron a mi hermano y  a un primo de él en el sur. Lo terrible estaba empezando. Siempre pensé que la Dictadura duraría mucho, pero nunca pensé todas las atrocidades cometidas y que en 40 años no se ha hecho justicia aún. Pienso en la Constitución que dejó. Pienso en el sistema de vida de Chile y me avergüenzo, pienso en los valores morales que ya no existen. Pienso en los sueños de Bautista, en los proyectos de Edgardo, pienso en Miguel, pienso en Chile sin el cobre y sus riquezas naturales, pienso en el mar privatizado, pienso en pascua lama, pienso en ustedes, los trabajadores y los estudiantes y la esperanza abierta.

¿Cuál es su opinión de: “el MIR no se asila”, que le comentaba Bautista al respecto, le aconsejó usted alguna vez el exilio?

Creo que si lo hubieras preguntado antes te diría que me costó casi cuarenta años comprender la decisión de “el MIR no se asila” y aceptarla. Tenia que perderlo todo: mi hermano, las torturas de mi hijo a los 16 años y su vida quebrada, la pérdida del Bauchi, de Miguel y Edgardo, los compañeros que siguieron, comunistas extraordinarios, socialistas, miristas y los heroicos muchachos del Frente, las acciones heroicas de todos los militantes, simpatizantes de la resistencia, gente del pueblo, obreros, pobladores, feriantes, las mujeres que sacábamos balas en los puestos médicos clandestinos, las que vimos morir a los niños, a los hombres, a las guaguas en las poblaciones, los que pudimos hacer en el 86 la revolución en Chile y nos vendieron y nos traicionaron y aquí estamos, en el mismo punto con un sistema corrupto con más de veinte años perdidos y no solo los años, tú lo sabes. Te digo todo esto porque aquí está el “NO” del MIR. Debimos permanecer y la mayoría así lo hizo y murieron. Es lo único que es limpio, transparente como Bautista. Hoy se pueden abrir las banderas rojinegras con orgullo y decir: “nos quedamos, estuvimos con el pueblo que humillaron y no nos escondimos en embajadas”. Tenía razón Bautista, compañero. Yo le dije muchas veces que se asilara, se lo rogué, le lloré que lo hiciera y me decía: “Por qué no asilas a tu hijo" que tenía 14 años y era del FER, pero no era lo mismo le decía, y él me contestaba "mi vida vale tanto como la de él”. Deje de pedírselo, pero han pasado los años. Tuve que salir de Chile porque me fueron a detener y me arranqué. Me vine. Sabía demasiado. Huí porque era madre y sabía que me podían hacer hablar. Me arranqué por mis hijos y el riesgo de denunciar a otros que eran necesarios en la lucha.

¿Quién, cuándo y cómo se decide la salida del Bauchi de su casa?

La salida de la casa la decide él porque tiene cólicos  renales y es preciso extraerle cálculos de forma urgente, la semana antes de su caída. Vuelve a casa el 11 de Diciembre con pinta nueva, camisas y ropa interior de verano. Me dice que volverá el sábado, a más tardar el domingo. No puedo creerlo. Nunca se ha alejado tanto y tengo miedo. Me dice que a la parte que va es segura, impecable. Le pregunto si es una embajada. No, no es una embajada responde. No conozco otra parte que pueda ser más segura. El jueves 13 moriría. 

¿Cuándo y cómo se entera de su detención? ¿Piensa que Bautista habría tenido otra suerte de no haber salido de la casa de seguridad?

Ese mismo jueves me llama el compañero que se lo llevó de la casa y me pregunta: "está por ahí el amigo". Yo le contesto que no y le pregunto que qué pasa. Te llamaré cuando lo ubique me responde. El sábado 15 se teme una hospitalización (caída). El domingo 16 tenemos confirmación. Y pienso que Bautista no habría caído entonces, de haber permanecido en mi casa, pero si habría caído un día. Había logrado arrancar a tiempo en dos oportunidades, no de mi casa sino de dos lugares de reunión.

¿Usted en lo personal, como vivió los años siguientes?

Me preguntas como viví los años siguientes. No lo creerás pero viví luchando .Yo no he sido nunca mirista, pero luché con ellos. Cuando ya casi se extinguía la fuerza central, golpe tras golpe, volví a mi partido y combatí con ellos. Me dieron la responsabilidad de trabajar con la dirección del frente y lo hice. Fue la época de mi reencuentro con los que había perdido años antes. La misma pureza, la misma entrega. Fue entonces que termina mi lucha y salgo en enero 1987. Llegamos a un foyer de emigrados con mi hijo. Un día llega con un diario y veo la matanza de corpus christi y la foto de mis hijos, así yo los llamaba. Me tuve que emborrachar para después aprender a vivir de nuevo. Meses después matarían a mi comandante José Miguel y Tamara.

¿Siente que están un tanto olvidadas las “mujeres de la retaguardia”, en una sombra que ellas mismas eligieron para mantener las casas de seguridad, servir de correo, enlace. Etc.?

Los partidos políticos de la izquierda tradicional olvidaron al pueblo y por supuesto a las mujeres. Nosotras fuimos una legión de mujeres que expusieron su vida, la de sus hijos, para que la Resistencia chilena existiera. Ellas fueron el pilar que la sostuvo. Permitió que los compañeros se reunieran, conversaran. Los trabajos de solidaridad eran responsabilidad nuestra desde los primeros días en los estadios, centros de detenidos. La solidaridad femenina durante la Dictadura no ha sido reconocida por nadie y hay miles y miles de mujeres que merecerían o merecen un apretón de manos, un gracias por salvar vidas, por abrir las puertas a un compañero perseguido.

Alguna experiencia particular, anécdota que nos quisiera contar.

Voy a contarte como era la vida con el Bauchi y Edgardo. Antes del Golpe ambos se levantaban muy temprano, invierno y verano. Yo me acostumbré a tomar desayuno con ellos. Trataba de tenerles siempre su juguito de naranjas o pomelos, su café muy cargado y harto pancito, cuando se podía con mantequilla o margarina y una tajadita de chancho, dos o tres veces por semana se comían dos huevos, eran muy hambrientos. No llegaban en todo el día. Generalmente volvían los dos juntos y usaban dos autos pequeños: una citroneta blanca y un austin mini rojo. A veces me decían que andaban todo el día con el desayuno y que a medio día generalmente comían un sándwich. Yo guardaba la mitad del almuerzo para la noche, como algo de sopita, un poco de arroz, porotos o lentejas que devoraban con pasión. Eso sí que nunca les falto una fruta, su termo con te. Siempre conversábamos a la hora que llegaran de los acontecimientos generales y yo les contaba de mi participación en los centros de madres,  JAP y otros. Nos hicimos amigos pronto. Al mes ellos estaban acostumbrados. Fuera la hora que fuera Bautista leía. Tenía siempre tres libros para leer, uno de consulta, otro en ingles de algún autor famoso y otro chileno o latinoamericano y su música infalible: sus casettes con música clásica. El era un hombre adorable, gentil, delicado, hermoso. No hablaba mucho, pero si diría que siempre estaba pensando. Cuando no salía se ponía atrás, que era el living, acostado sobre una alfombra para leer. Pero cuando tenía que escribir era otra cosa. Escribía y después entraba en la cocina a leerme lo que escribía. Me leía cosas lindas y profundas sobre las relaciones humanas, sobre el Hombre y la búsqueda de Libertad, temas humanos siempre. Estudiaba, leía, consultaba y jugábamos ajedrez y damas donde yo era campeona de damas y le gané solo una vez al ajedrez. Edgardo era más hosco, más ruidoso, más extrovertido. Tenía una voz profunda, era barítono y de repente nos poníamos a cantar los tres, "volver", ese tango increíble que nunca más lo pude oír sin ponerme a llorar a mares. El se fue de la casa los primeros días de diciembre, le pregunte a Bautista que pasaba y me dijo: "tiene algo que hacer" y no insistí, pero un día que el bauchi no estaba sentí un ruido de moto y venia Edgardo entrando en moto, parecía un adolescente con blue jeans y una polera rayada, le habían encrespado el pelo, se veía diferente. Llegó con la moto hasta mí. Me dijo si podía recorrer la casa, cuando entré lo vi mirando por una ventana con lagrimas en los ojos, no dije nada. Me pidió las fotos que le había guardado y yo había embarretinado en una caja, eran fotos de su familia, me pidió que lo fuera a dejar a la moto. Antes de subir me abrazó muy largo diciéndome: eres grandiosa mujer, eres grandiosa, estaba llorando. Comprendí que se iba y que no lo vería más. Se subió a la moto y volvió, tenía la cara mojada y me seguía gritando: mujer eres grandiosa. Es lo último que tengo de él. El último hermoso y triste recuerdo es cuando dijeron que lo habían matado y que habían mandado un dedo para reconocerlo, lloré varios días. Me cuesta recordar todo esto, pero el doctor dice que hace bien recordar, que tengo que sacarme la carga que llevo durante casi 40 años con mis muertos.

El Bauchi hoy, ¿Cómo se lo imagina? ¿En qué estaría?

Ahora recordar, suponer, decir, creer, inventar que es lo que pensaría, como saldría Bautista de todo esto, sólo les diría lo que me dijo cerca del 20 de septiembre aproximadamente cuando volvió a su casa, a nuestra casa: "aquí lo único que hay que hacer es unirnos, unidad antifascista, aquí ahora somos todos compañeros". Me asombré de su voz, de su acento. Me fui acercando a él tímidamente porque de tal manera llegó su grito que le dije: ¿qué puedo hacer ahora yo compañero? Seguir luchando como lo has hecho hasta ahora, seguir luchando, me respondió. Nunca lo he olvidado ningún día, ni un instante de mi vida. Tu sabias lo que estaba pensando cuando te fuiste para siempre y evitaste mirarme. Hiciste la elección perfecta, TRASCENDISTE A LA HISTORIA.

Que mensaje les quiere dejar a las nuevas generaciones que hoy retoman y continúan con el proyecto revolucionario en Chile.

Quisiera modestamente representar a las Mujeres chilenas que nunca abandonaron la Patria y a las que hemos conocido el exilio forzado en diferentes lugares del mundo y que constituimos durante 17 años la Resistencia y la Retaguardia en la lucha contra la Dictadura para mandar un mensaje de esperanza y fuerza a las Nuevas Generaciones que hoy renacen y toman en sus manos y en sus corazones la continuación del Proyecto Revolucionario inconcluso en nuestra Patria. El Proyecto de Edgardo, del Bauchi, de Miguel, de las luchadoras y los luchadores. Creemos que ese legado les corresponde a ustedes los jóvenes chilenos, estudiantes o trabajadores, cesantes o marginados de un sistema cruel e injusto y es deber continuarlo y seguir impulsándolo. "La Historia es nuestra y la hacen los pueblos" dijo nuestro Presidente Salvador Allende. Esta historia les pertenece a ustedes porque son jóvenes y luchadores, porque no olvidan y porque son lo mejor de nuestra patria. Con todo mi cariño y con todo nuestro cariño: Las mujeres de la Retaguardia chilena.

Bautista Van Schouwen.

Edgardo “pollo” Enriquez y el Bauchi.










domingo, 29 de abril de 2012

Antonio Gramsci, a 75 años de su muerte.


Se están cumpliendo 75 años de la muerte de Antonio Gramsci, el extraordinario pensador y militante comunista italiano, quien pagara con su vida la fuerza de sus ideas.

Gramsci, nacido en 1891, murió el 27 de abril de 1937 a la edad de 46 años en una cárcel italiana. Fue un preso de Mussolini durante 10 años  en los que soportó todo tipo de vejaciones y adversidades.

En su homenaje compartimos su texto "Odio a los indiferentes" publicado en 1917.


Odio a los indiferentes. Creo que vivir quiere decir tomar partido. Quien verdaderamente vive, no puede dejar de ser ciudadano y partisano. La indiferencia y la abulia son parasitismo, son bellaquería, no vida. Por eso odio a los indiferentes.

La indiferencia es el peso muerto de la historia. La indiferencia opera potentemente en la historia. Opera pasivamente, pero opera. Es la fatalidad; aquello con que no se puede contar. Tuerce programas, y arruina los planes mejor concebidos. Es la materia bruta desbaratadora de la inteligencia. Lo que sucede, el mal que se abate sobre todos, acontece porque la masa de los hombres abdica de su voluntad, permite la promulgación de leyes, que sólo la revuelta podrá derogar; consiente el acceso al poder de hombres, que sólo un amotinamiento conseguirá luego derrocar. La masa ignora por despreocupación; y entonces parece cosa de la fatalidad que todo y a todos atropella: al que consiente, lo mismo que al que disiente, al que sabía, lo mismo que al que no sabía, al activo, lo mismo que al indiferente. Algunos lloriquean piadosamente, otros blasfeman obscenamente, pero nadie o muy pocos se preguntan: ¿si hubiera tratado de hacer valer mi voluntad, habría pasado lo que ha pasado?

Odio a los indiferentes también por esto: porque me fastidia su lloriqueo de eternos inocentes. Pido cuentas a cada uno de ellos: cómo han acometido la tarea que la vida les ha puesto y les pone diariamente, qué han hecho, y especialmente, qué no han hecho. Y me siento en el derecho de ser inexorable y en la obligación de no derrochar mi piedad, de no compartir con ellos mis lágrimas.

Soy partisano, estoy vivo, siento ya en la consciencia de los de mi parte el pulso de la actividad de la ciudad futura que los de mi parte están construyendo. Y en ella, la cadena social no gravita sobre unos pocos; nada de cuanto en ella sucede es por acaso, ni producto de la fatalidad, sino obra inteligente de los ciudadanos. Nadie en ella está mirando desde la ventana el sacrificio y la sangría de los pocos. Vivo, soy partisano. Por eso odio a quien no toma partido, odio a los indiferentes.

clarín.-

sábado, 21 de abril de 2012

Pajarito nuevo que se atreve, siempre aprende a volar.

Descendimos a la hora fijada para la convocatoria en el cruce de las avenidas Las Rejas con 5 de Abril. Hacia el infinito de los puntos cardinales decenas de humanos cruzaban miradas cómplices que develaban el sentimiento de la razón de estar presentes. Entre la multitud y al mismo tiempo que apareció Don Manuel Vergara, se escuchó un silbido que fue la señal para comenzar a caminar hacia el interior de la población aledaña. Con la mirada y la frente en alto avanzamos hasta un pasaje, en donde un pequeño escenario era agrandado con un telón rojo y negro de fondo.

Era nuestra primera vez que asistíamos a la conmemoración del Día del Joven Combatiente en el lugar donde fueron asesinados cobardemente Rafael y Eduardo hace 27 años.

A los pocos minutos, el pasaje ya se rebalsaba y seguían llegando corazones de miradas tristes, alegres y rebeldes. Entre la diversidad antropogenética una bandera mapuche flameaba al viento y se escuchó el primer grito entonado y dirigido desde lo profundo de la voz de una pobladora: 
Compañeros Hermanos Vergara Toledo…. Presente 
Ahora!..... y Siempre..... Ahora..... y Siempre 
Ellos lucharon hasta Vencer…. o Morir..... Hasta Vencer.... o Morir

El sol ya se había escondido y el pasaje lo iluminaba la memoria y consecuencia de nuestras y nuestros caídos representados en sus familiares, pobladores, los que lucharon, los que aún luchan y los que se están sumando en la senda de la construcción de un territorio de justicia, solidaridad y paz.

Con la prohibición del registro audiovisual , se da comienzo al acto en voz de Don Manuel, quien da paso a Francisco Villa que entona “Mi Generación”, aquella canción que reivindica y protesta por nuestra herencia nublada y que supimos sobrellevar con la valentía para proyectarla al futuro. Emociones, memorias, sueños y con los ojos puestos en los recuerdos, latió la generación de hermanas y hermanos caídos, de todos los que libramos la muerte, la que te cuidaba la espalda en las protestas de los años 80, esa con la que se hablaba en clave, esa con la que tomarse una cerveza en la calle era un acto de rebeldía contra la dictadura fascista, esa generación con la que te juntabas en casas, parroquias y esquinas supuestamente seguras, esa generación que se entrenó y que obtuvo un título de físico‐químicos en la creación del pertrecho antirepresivo, con la que hacías panfletos a mano, papel y tijeras, con las que hacías correr los libros, cancioneros, cassettes, discos de vinilo y fotos prohibidas, en fin, la generación de los hermanos Vergara que ahora se juntaba con la de antes, la de hoy y la de mañana.

El tiempo avanzaba y se entonaban nombres que queríamos que volvieran a estar materializados en esa esquina, pero aunque sabíamos que ya eran cenizas, respiraban y latían con nosotros. Surgió el momento de recordar a todos y así se fueron gritando nombres desde el escenario y la multitud; Hermanos Vergara, Aracely Romo, Matías Catrileo, Alex Lemun, Claudia López, Cecilia Magni, Raúl Pellegrin, Ariel Antoniolleti, Norma Vergara y tantos más que se nombraron y no se nombraron. Simbólicamente se compartió pan amasado donado por las pobladoras, se encendieron velas y la voz de Doña Luisa Toledo marco el “vamos” para comenzar la marcha hacia la Villa Francia y la orden para que desde la oscuridad de los pasajes, decenas de antorchas de rostros rojo y negro se alzaran y que luego iluminaron la penumbra de la Avenida 5 de Abril, un pedazo de cemento que se encumbró con el paso firme y combativo como debía ser y hacer. Como dice el dicho, que pajarito nuevo, no sabe volar, nos acercamos a uno de nuestros guardianes para preguntar cual era la vía de salida segura frente a cualquier ataque de las fuerzas represivas. Con las tres alternativas de escape y la solidaridad de los pobladores, seguimos marchando con confianza. Nuestro avanzar junto a cientos de compañeras y compañeros se coloreaba al son de guitarras, tambores y consignas, dejando atrás una huella de posesión territorial expresada en una barricada cada dos cuadras. Sin embargo, las fuerzas represivas de esta democracia consensuada entre empresarios y asesinos se apostaban en cada calle perpendicular a una distancia de 100 metros. Un autobús del transantiago sin pasajeros apareció violentamente y se cruzó entre la multitud empujando algunos hasta casi caer al suelo, sin duda, una acción perpetrada entre el poder económico y la prensa defensora de la oligarquía, que seguramente estaba escondida con sus cámaras en algún departamento de luces apagadas. Pero esta provocación no tuvo éxito. La fuerza en los puños, las miradas vivas y nuestras voces caminaban libres, alegres y rebeldes. Desde la Villa Francia se unía más gente, familias completas que viven la voraz discriminación y represión en su cotidianeidad. Esta forma de sometimiento que motivó a muchos Jóvenes Combatientes y Consecuentes enfrentar la injusticia y hasta dar sus vidas. Una lógica, sencilla, científica, humanitaria e inmensa razón que no tiene argumentos que la puedan contradecir.

Llegamos hasta la calle donde debíamos parar y volver como nos habían indicado, y que fue el lugar donde apareció la muerte vestida de uniforme antibalas y antigases, con todo su armamento de miseria, aquellos que maltratan y asesinan por unos pocos pesos, esos que reciben migajas de quienes viajan por el mundo robando y transando en mercados internacionales lo que nos pertenece a todos, en definitiva, esos rastreros que se reproducen y que la selección natural los mantiene por que se alimentan de la escoria de quien los explota. Pero los kompas de rostro bicolor ya lo sabían, y rememorando la acción “a la antigua”, pero en el cuerpo de los contemporáneos, con decisión inclaudicable protegieron la masa, la gente, la familia, los niños, los ancianos, los que no éramos de ese territorio. Los rostros de rojo y negro se convirtieron en el muro aguerrido y combatiente incapaz de derrumbar por el ataque mandatado por los que llevan un bicentenario de delincuencia protegidos por las armas, las leyes, el capitalismo, la iglesia y sus lacayos.

Finalmente, la represión organizada cumplió su objetivo y la marcha se dividió. A lo lejos, junto a cientos de personas vimos como las antorchas ingresaron a la población y comenzamos nuestra retirada con consignas y escuchando el enfrentamiento desigual entre la muerte y la vida.

Pero ese espacio y tiempo era nuestro, el corazón era combatiente y como una sola voz que germinó desde cada punto de la Villa Francia, entre los que nos divisábamos y los que no, entre los con cara cubierta y descubierta, entre los que nos retirábamos y los que se quedaban detrás de una barricada combatiendo, se escuchó, con más fuerza aún:

”Compañeros Caídos!, Presentes!, …..Ahora!, y Siempre!…. Ellos lucharon hasta Vencer!, o Morir!… Hasta Vencer!, o Morir!




viernes, 20 de abril de 2012

Contra el liberalismo en la organización revolucionaria.

Aportar en el debate y la formación política dentro de la izquierda revolucionaria, es una de las tareas que nos hemos propuesto. Dejamos un articulo que aporta significativamente en la construcción del partido revolucionario de nuevo tipo. 





Estamos por la lucha ideológica activa, pues ella es el arma con que se logra la unidad interna del Partido y demás colectividades revolucionarias en beneficio del combate. Todos los comunistas y revolucionarios deben empuñar esta arma. 

Pero el liberalismo rechaza la lucha ideológica y propugna una paz sin principios, dando origen a un estilo decadente y vulgar, que conduce a la degeneración política a algunas organizaciones y miembros del Partido y demás colectividades revolucionarias.

El liberalismo se manifiesta en diferentes formas: 

A sabiendas de que una persona está en un error, no sostener una discusión de principio con ella y dejar pasar las cosas para preservar la paz y la amistad, porque se trata de un conocido, paisano, condiscípulo, amigo íntimo, ser querido, viejo colega o viejo subordinado. O bien buscando mantenerse en buenos términos con esa persona, rozar apenas! el asunto en lugar de ir hasta el fondo. Así, tanto la colectividad como el individuo resultan perjudicados. Este es el primer tipo de liberalismo. 

Hacer críticas irresponsables en privado en vez de plantear activamente sugerencias a la organización. No decir nada a los demás en su presencia, sino andar con chismes a sus espaldas; o callarse en las reuniones, pero murmurar después. No considerar para nada los principios de la vida colectiva, sino dejarse llevar por las inclinaciones personales. Este es el segundo tipo. 

Dejar pasar cuanto no le afecte a uno personalmente; decir lo menos posible aunque se tenga perfecta conciencia de que algo es incorrecto; ser hábil en mantenerse a cubierto y preocuparse únicamente de evitar reproches. Este es el tercer tipo. 

Desobedecer las órdenes y colocar las opiniones personales en primer lugar; exigir consideraciones especiales de la organización, pero rechazar su disciplina. Este es el cuarto tipo. 

Entregarse a ataques personales, armar líos, desahogar rencores personales o buscar venganza, en vez de debatir los puntos de vista erróneos y luchar contra ellos en bien de la unidad, el progreso y el buen cumplimiento del trabajo. Este es el quinto tipo. Escuchar opiniones incorrectas y no refutarlas, e incluso escuchar expresiones contrarrevolucionarias y no informar sobre ellas, tomándolas tranquilamente como si nada hubiera pasado. Este es el sexto tipo. 

Al hallarse entre las masas, no hacer propaganda ni agitación, no hablar en sus reuniones, no investigar ni hacerles preguntas, sino permanecer indiferente a ellas, sin mostrar la menor preocupación por su bienestar, olvidando que se es comunista y comportándose como una persona cualquiera. Este es el séptimo tipo. 

No indignarse al ver que alguien perjudica los intereses de las masas, ni disuadirlo, ni impedir su acción, ni razonar con él, sino dejarle hacer. Este es el octavo tipo. 

Trabajar descuidadamente, sin plan ni orientación definidos; cumplir sólo con las formalidades y pasar los días vegetando: "mientras sea monje, tocaré la campana". Este es el noveno tipo. 

Considerar que se ha rendido grandes servicios a la revolución y darse aires de veterano; desdeñar las tareas pequeñas pero no estar a la altura de las grandes; ser negligente en el trabajo y flojo en el estudio. Este es el décimo tipo. 

Tener conciencia de los propios errores pero no intentar corregirlos, tomando una actitud liberal para consigo mismo. Este es el undécimo tipo. 

Podrían citarse otros tipos más, pero los once descritos son los principales. 

Todas éstas son manifestaciones de liberalismo. 

En una colectividad revolucionaria, el liberalismo es extremadamente perjudicial. Es una especie de corrosivo, que deshace la unidad, debilita la cohesión, causa apatía y crea disensiones. Priva a las filas revolucionarias de su organización compacta y de su estricta disciplina, impide la aplicación cabal de su política y aleja a las organizaciones del Partido de las masas que éste dirige. Se trata de una tendencia sumamente perniciosa. 

El liberalismo proviene del egoísmo de la pequeña burguesía; éste coloca los intereses personales en primer plano y relega los intereses de la revolución al segundo, engendrando así el liberalismo en los terrenos ideológico, político y organizativo. 

Los adictos al liberalismo consideran los principios del marxismo como dogmas abstractos. Aprueban el marxismo, pero no están dispuestos a practicarlo o a practicarlo cabalmente; no están dispuestos a sustituir su liberalismo por el marxismo Tienen su marxismo y también su liberalismo hablan del marxismo pero practican el liberalismo el marxismo es para los demás y el liberalismo para ellos, mismos. Llevan ambos en su bagaje y encuentran aplicación para uno y otro. Así es como funciona el cerebro de cierta gente. 

El liberalismo constituye una manifestación de oportunismo y es radicalmente opuesto al marxismo. Es negativo y, objetivamente, hace el juego al enemigo. De ahí que éste se alegre si en nuestras filas persiste el liberalismo. Por ser tal su naturaleza, no debe haber lugar para el liberalismo en las filas revolucionarias. 

Debemos emplear el espíritu marxista, que es positivo, para superar el liberalismo, que es negativo. El comunista debe ser sincero y franco leal y activo, poner los intereses de la revolución por encima de su propia vida y subordinar sus intereses personales a los de 1a revolución; en todo momento y lugar ha de adherirse a los principios justos y luchar infatigablemente contra todas las ideas y acciones incorrectas, a fin de consolidar la vida colectiva del Partido y la ligazón de éste con las masas ha de preocuparse más por el Partido y las masas que por ningún individuo, y más por los demás que por sí mismo. Sólo una persona así es digna de llamarse comunista. 

Todos los comunistas leales, francos, activos y honrados deben unirse para combatir las tendencias liberales, que cierta gente tiene, y encauzar a ésta por el camino correcto. He aquí una de nuestras tareas en el frente ideológico


Por Mao Tse Tung 

miércoles, 18 de abril de 2012

Tercer comunicado en conjunto MIR & FPMR


Dejamos con ustedes un tercer comunicado


40 DÍAS RESISTIENDO LA CACERÍA HUMANA CONTRAINSURGENTE

1. Se han cumplido 40 días de una feroz e inédita operación contrainsurgente en nuestras montañas del Wallmapu por parte de las fuerzas militares y policiales de los Estados argentino y chileno, con el objetivo de aniquilar y desaparecer a nuestros heroicos y ejemplares combatientes de la resistencia popular, Jorge Salazar y Alexis Torres.

2. Esta operación militar contrainsurgente sólo es equivalente en nuestro continente a aquellas ejecutadas por las dictaduras décadas atrás y por las llevadas a cabo hoy en día por el Estado y gobierno de oligarcas y paramilitares en Colombia.

Descontrolados por su odio de clase han llegado a amenazar, atropellar y hostigar a humildes familias mapuche que viven en la zona de búsqueda, han tratado de inculpar a trabajadores guardaparques en base a su pensamiento político y han realizado allanamientos ilegales de innegable carácter represivo.

3. Hacemos directamente responsable a los gobiernos de Argentina y Chile por la vida de nuestros dos hermanos Jorge y Alexis y exijimos una inmediata y clara prueba por parte de estos gobiernos de que nuestros hermanos no han sido capturados y están en calidad de detenidos desaparecidos.

4. Condenamos la política de recompensas impulsada por el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, en sintonía con las que aplica el imperio gringo en sus prácticas terroristas a escala mundial.

Declaramos que quienes se presten para esta vil y miserable política de delatores deberán asumir las consecuencias propias de una acción de esta calaña.

5. Convocamos a nuestro pueblo y sus organizaciones todas a continuar movilizados y en acción permanente en la campaña por la vida y la libertad de estos ejemplares luchadores y combatientes de la resistencia de los pueblos pobres y originarios del continente.

6. Confiamos en la historia de lucha y múltiples batallas ancestrales de nuestros pueblos, en los acumulados construidos en estas décadas como organizaciones revolucionarias, en el camino y marcha conjunta que hemos iniciado y que tanto le duele a la oligarquía, a sus fuerzas represivas fascistas y a los renegados de siempre.

Sólo en el pueblo conciente y en lucha están depositadas nuestras esperanzas y posibilidades de resistir esta criminal cacería humana y que nuestros dos hermanos logren vencer, con su compromiso y voluntad revolucionaria, este desigual combate por su vida y libertad.

¡¡Construyendo fuerza y unidad continental, hasta vencer o morir!!
¡¡Sólo la lucha nos hace libres!!

Frente Patriótico Manuel Rodríguez
Movimiento de Izquierda Revolucionaria

Chile, 18 abril 2012

domingo, 15 de abril de 2012

Lenin hoy.

Una actualización de Zizek

Cuando le preguntan a Zizek qué modelo de sociedad prefiere, contesta: comunismo con un toque de terror. Es obvio que estamos ante un pensador interesante. Muchos aseguran que no hay que tomar a Zizek literalmente. A mí me da la impresión contraria. Su tono de broma genial le permite trascender a los medios y lanzar lo que en realidad es un mensaje serio y contundente. Aunque Zizek lleva más de diez años entre los teóricos culturales más famosos del mundo, es a partir del año 2002 con la publicación de un libro sobre el totalitarismo y otro sobre Lenin cuando adopta, para asombro de muchos, una postura decididamente marxista y leninista. 

Las revoluciones culturales desatadas en el 68, las derrotas de la izquierda en los 80 y el postmodernismo resultante de los años 90 han generado en el espacio situado a la izquierda de la socialdemocracia diversas corrientes de pensamiento que libran una dura batalla por la hegemonía entre la satisfecha intelectualidad académica radical, las organizaciones de izquierda y los movimientos sociales. Entre los principales exponentes de estas corrientes destacan anarquistas libertarios como Chomsky, antiteórico y antiestatista y antileninista; marxistas postestructuralistas como Negri, Hardt y, hasta cierto punto, Holloway, mucho más teóricos pero no menos antiestatistas y antileninistas; demócratas radicales como Laclau, Mouffe o Badiou que abogan por un igualitarismo no necesariamente socialista; y, por reacción, autores como Zizek que levantan de nuevo contra viento y marea la bandera leninista. Ante la resistencia anarquista, la fragmentación foucaltiana de las luchas o la democracia sin emancipación Zizek reivindica el momento revolucionario y la destrucción del capitalismo. Con independencia de las críticas que se le puedan hacer, no cabe duda de que Slavoj Zizek es uno de los autores que más brillantemente ha escrito en los últimos años sobre Lenin y su pertinencia en los tiempos que corren. 

La izquierda en la actualidad se divide en dos grandes grupos claramente diferenciados. Uno abrumadoramente mayoritario que no contempla un horizonte más allá del capitalismo y otro minoritario que sí lo imagina. El principal punto de fricción en el debate teórico dentro del grupo anticapitalista se centra en las condiciones de posibilidad de articulación de un espacio más allá de la democracia liberal. ¿Es posible reformular un proyecto político anticapitalista de izquierda frente al capitalismo global y sus excrecencias irracionalistas, las ultraderechas populistas y los fundamentalismos religiosos? ¿Cómo podemos repetir la proeza de Lenin, quien en un tiempo de desintegración del sistema fue capaz de reinventar el proyecto socialista y generar nuevas coordenadas? ¿Y cómo hacerlo en el actual ambiente generalizado de renuncia a toda esperanza de transformación?

En opinión de Zizek, la referencia a Lenin es inapreciable para distanciarse de cinco actitudes que predominan en la izquierda. La primera acepta la esfera de las luchas culturales ecológicas, feministas, gays, étnicas, nacionales, religiosas o multiculturalistas como el centro de la política emancipatoria y relega la esfera económica -casualmente la decisiva- a un segundo plano o al silencio. La segunda se encastilla en la defensa de las conquistas del Estado del Bienestar, defensa inviable porque ni las clases dominantes apuestan ya por el consenso social ni la base obrera tradicional que integró ese consenso mantiene su fuerza y tamaño. La tercera alberga una ingenua ilusión sobre las potencialidades de la tecnología, especialmente Internet, para la creación de nuevas comunidades y opciones políticas. La cuarta mantiene ortodoxias -como el trotskismo fiel al programa transicional de los años 30- que aplican mecánicamente el mismo patrón a todas las crisis políticas: identifican un supuesto movimiento de clase trabajadora que, carente de una auténtica dirección marxista capaz de vehicular su potencial revolucionario, es invariablemente traicionado por las fuerzas anticomunistas y procapitalistas. Finalmente, la quinta actitud asume la forma de terceras vías que son en la práctica simples certificaciones de defunción de las segundas vías, las anticapitalistas, y glorificaciones de las primeras vías, las liberales puras y duras. 

Vivimos en un momento de despolitización de la economía, no por azar. Se puede opinar, proponer y legislar sobre todo: derechos humanos, racismo, medio ambiente, sexismo, homofobia, fundamentalismo religioso, violencia. Todo menos la economía. En la esfera económica reina el silencio, la censura y la inmovilidad más absolutos. Son muchos los que consideran más probable el fin del mundo que la más ligera modificación en la arquitectura del capitalismo. ¿Puede haber mayor prueba de la centralidad de la esfera económica? Zizek no tiene inconveniente en ser políticamente incorrecto en extremo y señalar que las demandas de las luchas del multiculturalismo posmoderno pertenecen esencialmente a las clases medias y altas occidentales; en ningún caso son comparables al horror que viven buena parte de las poblaciones del tercer mundo y no deben ser aceptadas por la izquierda como luchas fundamentales. El objetivo de la izquierda debe ser trasladar la lucha de nuevo a la esfera clave: la economía. Es necesario volver a repolitizar la economía con una intervención política de signo inverso a la que, en los últimos 30 años, han efectuado las clases privilegiadas para revertir las conquistas logradas por los trabajadores en los dos últimos siglos. El desmontaje de los avances en materia de legislación laboral, derechos sociales y regulación financiera ha hecho retroceder a la humanidad más de un siglo. Frente a la democracia liberal, cabe preguntarse: ¿dónde se toman la decisiones públicas clave? Si no se toman en un espacio público y con la participación de la mayoría, tanto da que exista formalmente una democracia parlamentaria. Zizek no es el único que extrae esta conclusión. Eric Hobsbawm afirma que la extensión de la democracia liberal en el mundo a golpe de misil imperial no sólo es hipócrita, sino contraproducente y peligrosa. Una democracia así es cada vez menos necesaria en sitio alguno, puesto que las decisiones políticas y económicas más importantes tienen lugar en organizaciones transnacionales privadas y públicas no democráticas. En otras palabras: el deterioro del modelo democrático liberal está llegando a tal punto que la diferencia entre su existencia o no para amplias partes del mundo es cada día más pequeña, por mucho que nos empeñemos en buscarla. 

Cuando una demanda particular no se limita a la mera negociación de intereses en el espacio social existente, sino que desata la necesidad de una completa reestructuración de ese espacio a partir de su parte subordinada, esa demanda se convierte en universal. La causa de la mujer conserva aún su prestigio porque se identifica con todas las mujeres del mundo contra una sociedad patriarcal y su reivindicación no sólo les concierne a ellas, sino a toda la humanidad. La izquierda sólo puede ser universal si defiende en primer lugar a los que carecen de sitio en el sistema: el inmigrante sin papeles, la mujer sin derechos, el habitante del suburbio, el esclavo obrero de la periferia del imperio. Siguen conformando los grupos sociales que Marx consideraba como el crimen de la sociedad entera y su liberación la autoemancipación universal. En ellos reside la universalidad política y también la verdad. Zizek afirma que en la era del relativismo posmoderno es necesario recuperar la política de la verdad. Por verdad no entiende un conocimiento objetivo y neutral, sino un compromiso, una toma de partido por un bando. En la medida en que lo universal sólo puede articularse a partir del bando más débil, el verdadero universalismo requiere decantarse y abandonar la neutralidad. Zizek preguntaba a los cándidos europeos que aconsejaban imparcialmente a serbios y bosnios olvidar sus diferencias y pactar graciosamente la paz, qué hubieran pensado si durante la segunda guerra mundial un bienintencionado pacifista aconsejara, desde la tranquilidad de algún país neutral, olvidar las diferencias tribales, darse la mano amistosamente y comenzar sin más a vivir en armonía. El ejemplo de Lenin muestra que la verdad universal y el partidismo deben ir de la mano. La verdad universal es parcial y únicamente puede formularse desde una posición partidaria. No puede haber soluciones de compromiso. La parte excluida del orden global se convierte en la representante de la injusticia global. El antagonismo actual no se produce entre la globalización y los fundamentalismos étnicos y religiosos, sino entre la globalización como proceso de exclusión de enormes partes de la humanidad y el universalismo de la parte excluida que se convierte en referencia universal de la utopía. 

Zizek, basándose en Lacan, plantea que vivimos en un orden simbólico, ficcional, no en el mundo real. Lo Real y la realidad no son idénticos. La realidad es virtual, fabricada con representaciones y significados que nos permiten dar sentido al mundo. Por contra, lo Real no puede ser directamente representado, porque es precisamente lo que no puede ser incorporado en el orden simbólico. La realidad es una interpretación simbólica de lo Real. Matrix es una película inspirada en esta visión del mundo. No es necesario recurrir a una interpretación psicoanalítica de este tipo para llegar a conclusiones similares. El clásico aserto marxista de la emancipación de los trabajadores como obra de los propios trabajadores encierra el mismo mensaje: únicamente los siervos tienen la voluntad necesaria en última instancia para acabar con sus amos y con su sistema de dominación social e ideológica. ¿Cómo operar entonces un cambio radical en la realidad? Atacando su arquitectura simbólica mediante un acto político que quiebre las coordenadas existentes. Lenin ejemplifica la necesidad, para que las coordenadas cambien, de desembarazarse del Gran Otro, el sujeto o entidad que conoce, que tiene presuntamente la respuesta. Por supuesto, el Gran Otro no existe. Ninguna señal luminosa indicará nunca que las condiciones objetivas se dan en ese preciso momento, ningún sabio aportará la fórmula mágica que garantice el curso de acción perfecto, ninguna autorización legitimadora aparecerá por encanto en el instante oportuno. Al final no hay más remedio que librarse del miedo a tomar el poder y de la cobertura del Gran Otro. A la hora de la decisión revolucionaria estamos completamente solos. La emancipación es obra de nosotros mismos. Ante la teleología que confía en que la revolución estallará inevitablemente cuando llegue la crisis final, Lenin intuye que no hay un tiempo definido y predeterminado para la revolución. Simplemente, la oportunidad revolucionaria se presenta en función de un conjunto extraordinario de circunstancias. La oportunidad se aprovecha o se pierde. Ser revolucionario en 1917 significaba arriesgarse a romper completamente con el orden establecido. Ese es el acto político por excelencia. Zizek retoma aquí el Augenblick de Lukacs, el breve momento en que se abre la posibilidad de actuar sobre una situación agravando el conflicto antes de que el sistema pueda integrarlo. La libertad no es un estado de armonía y equilibrio, sino el acto violento que perturba el equilibrio y libera. Una liberación que no puede ser completamente explicada en función de las condiciones objetivas o circunstancias históricas preexistentes.

Frente a la apuesta revolucionaria de Lenin el comité central bolchevique -muchos de cuyos miembros tomaban al fundador de su partido por loco- opuso dos grandes argumentos que apelaban a la llegada del Gran Otro: el primero, la inexistencia de consenso democrático entre la población. Lenin ironizaba sobre la necesidad de convocar un referéndum para hacer la revolución. El segundo, la falta de condiciones objetivas para la acción revolucionaria. Rosa Luxemburgo ya advirtió en su tiempo que quien espere la llegada de las condiciones objetivas esperará siempre. Lenin tuvo éxito, subraya Zizek, porque su decisión fue respaldada por la población en un momento revolucionario de enorme expansión de la democracia de base que desafiaba al gobierno existente. Lenin reconocía que Rusia en 1917 era el país más democrático del mundo, pero era consciente de que si no se iba más allá, si no se eliminaba el liberalismo y el capitalismo, el momento se perdería. Una revolución debe golpear dos veces. Tras el primer golpe, la revolución se encuentra todavía demasiado vinculada al viejo aparato estatal. Surge la ilusión de que las cosas pueden cambiarse dentro de las estructuras del viejo orden. Esto es imposible: hay que negar el viejo orden, golpear otra vez y dar paso al nuevo. El acto político revolucionario es el que modifica los parámetros de lo existente. La idea de Lenin no es que las leyes de la historia estén de nuestro lado, sino que no hay Gran Otro. No hay garantía para nuestros actos.

Lenin liberó un enorme territorio del planeta de las garras del capitalismo y demostró que una organización social anticapitalista era posible. Con todos sus horrores, la Unión Soviética fue la única fuerza política que presentó una amenaza real al dominio mundial del capitalismo, impulsó la utopía en todo el planeta y generó un sano miedo a la revolución en las clases dirigentes occidentales que permitió a los estratos populares avanzar en materia de conquistas sociales. La legión de ex-comunistas que critican ahora el comunismo y abrazan el neoliberalismo suelen pertenecer a las capas que más se beneficiaron de esas conquistas. La caída de la Unión Soviética ha sido un desastre para la humanidad. Por eso los Soviets todavía conservan su potencial emancipatorio. Todo territorio comunista es territorio liberado. Lenin es más necesario que nunca en las circunstancias actuales, cuando ha llegado a desaparecer la creencia en el potencial de la humanidad para cambiar y mejorar la sociedad, cuando se contempla de nuevo la historia como destino inevitable, cuando todas las vías se ponderan excepto la revolucionaria Lenin personifica el acto revolucionario como única alternativa a la guerra y la barbarie. Lenin hoy no comporta aplicar mecánicamente sus análisis a la situación actual, ni siquiera ajustar el viejo programa a las nuevas condiciones, sino seguir su ejemplo: reformular completamente el proyecto socialista e iniciar un proyecto político que mine la totalidad del orden global capitalista liberal. ¿Cómo inventar la estructura organizacional que canalice el demanda política universal de contestación al capitalismo global? Lenin hoy significa que para ser anticapitalista hay que combatir el cáncer de la democracia: el liberalismo y su puntal, la propiedad privada. La lección clave de Lenin radica en que la política sin estructura ni organización que le confiera la forma de demanda universal es política sin política, revolución sin revolución con denada al fracaso.

Marx aseguraba que el socialismo no podía realizarse sin revolución y Lenin añadía que para tener una revolución hay que tener una revolución. Zizek propone una bella definición de revolución: es la representación de la utopía. Presente y futuro se aproximan brevemente en el instante revolucionario y podemos comportarnos como si la utopía nos tocara. El futuro utópico se materializa fugaz y somos realmente felices mientras luchamos por él. La utopía no es un sueño, una ilusión o un producto de la imaginación, sino un impulso surgido de la necesidad de supervivencia ante una situación sin salida. Nos vemos obligados a pensar la utopía ante la imposibilidad de solucionar los problemas dentro de las coordenadas existentes, ante la convicción de que la peor opción es continuar con lo que conocemos. Los momentos en que somos más libres e iguales en este sistema son aquellos que dedicamos a la consecución de la utopía. El resto del tiempo somos meros esclavos.

viernes, 13 de abril de 2012

Condenan a seis agentes de la DINA por asesinato de la estudiante de economia de la UdeC Muriel Dockendorff



Escrito por Lucía Sepúlveda Ruiz / Resumen.cl  
altEl ministro en visita Alejandro Solís Muñoz condenó a seis ex agentes de la DINA por el secuestro calificado de la estudiante de economia de la Universidad de Concepción, Muriel Dockendorff Navarrete (militante del MIR), ocurrido a partir del 6 de agosto de 1974, en Santiago. El magistrado condenó al ex director y cinco ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional, por el secuestro ejecutado desde el domicilio de Muriel Dockendorff, ubicado en calle Marconi N° 280, desde donde fue trasladada hasta el recinto de detención ilegal de Londres 38.
El ministro Solís condenó al general retirado Manuel Contreras Sepúlveda, junto a los brigadieres retirados Miguel Krassnoff Martchentko y Marcelo Moren Brito a 15 años de presidio, sin beneficios.
Asimismo, el juez Solís sentenció a los ex agentes Basclay Zapata Reyes, conocido como “El Troglo” por su brutalidad en las torturas a los prisioneros junto a Gerardo Godoy García y el ex oficial de Gendarmería, Orlando Manzo Durán a 10 años de presidio, también sin beneficios.
En la causa, el magistrado rechazó la demanda civil en contra del Fisco por incompetencia absoluta del tribunal.
De acuerdo a los antecedentes del proceso, Muriel Dockendorff Navarrete fue detenida el 6 de agosto de 1974, en su domicilio por los efectivos de la DINA Osvaldo Romo Mena y Basclay Zapata, “El Troglo”.
Muriel Dockendorff y su cónyuge, Juan Molina Manzor, tambien estudiante de economia en la UdeC, habían sido detenidos dos meses antes, el 6 de junio de 1974, por miembros del Servicio de Inteligencia de la FACh. Ella fue dejada en libertad el 12 de julio del mismo año por falta de méritos; en tanto, su marido continuó detenido hasta el 17 de junio de 1975, fecha en la que fue expulsado del país.
Al ser nuevamente detenida por la DINA, Muriel Dockendorff fue conducida hasta el recinto ubicado en calle Londres N° 38, donde fue objeto de torturas, las que le provocaron grave daño físico, según declararon diversos testigos.
Posteriormente Muriel Dockendorff fue llevada a “Cuatro Álamos”, junto a la testigo Erica Hennings, lugar donde se pierde su rastro hasta la fecha, “sin que la persona privada de libertad haya tomado contacto con sus familiares, realizado gestiones administrativas ante organismos del Estado, sin registrar entradas o salidas del país, sin que conste, tampoco, su defunción”.